POR LA IRREVERSIBILIDAD DE LOS IMPACTOS, LA EXTRACCIÓN DE MATERIAL PÉTREO DEBE ERRADICARSO DEL RÍO SAN RODRIGO
El primer paso para extraer la grava es eliminar los árboles, que se arrancan con la maquinaria, se hacen a un lado del río o se sepultan para tener acceso al material pétreo, es decir, se extirpa totalmente la zona béntica del río para extraer el material del lecho y planicies de inundación profundizando el lecho en 6, 8 o más metros, lo que hace aflorar el subálveo, incrementa significativamente la evaporación, facilita la contaminación con hidrocarburos y materia fecal de la fauna silvestre y doméstica, abate el nivel freático y se agotan los pozos de agua; además, el vertimiento del residuo de la trituración de piedra al río contamina el agua y se deposita en el lecho de los ríos San Rodrigo y Bravo, deteriorando la funcionalidad de la zona béntica de estos cauces. La operación de un molino para triturar material en la zona urbana de El Moral contamina el aire con polvos y ruidos que impide el descanso de los pobladores al operar durante la noche.
La extracción de grava para construcción del lecho y planicies de inundación del río San Rodrigo ha tenido impactos muy graves en su ecosistema, que son irreversibles y han deteriorado profundamente sus servicios ambientales.
En términos generales, los impactos al río se pueden agrupar en:
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Impacto en su morfología
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Impacto en la calidad del agua
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Impacto en la biodiversidad acuática
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Impacto en la biodiversidad riparia
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Impacto en el suelo y el paisaje
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Impactos socio-ecológicos y violación de derechos humanos como: al agua, al medio ambiente sano, a la alimentación, al descanso, al territorio, a la salud.
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Por ello y por no hacer remediaciones serias por casi 40 años se puede decir que los procesos de extracción son NO SOSTENIBLES.